De dónde venimos, a qué y por qué estamos aquí, son algunas de las preguntas que el ser humano se formula constantemente. Unos dicen que a aprender, otros a sufrir, otros a verlas pasar sin más, otros creen que estamos de paso hacia otra vida y otros mundos...Respuestas hay muchas pero ninguna de ellas ha podido convencer a toda la humanidad.
Personalmente creo que estamos en este mundo para esperar. Nuestras vidas cotidianas están llenas de esperas, en el cine, en la cola del supermercado, al autobús, a la nómina, al fin de semana, a que el chulazo de turno se corra de una vez...Los más trascendentales aguardan pacientes una nueva era, el fin de las guerras, una revolución filosófica, un nuevo mesías...
Nos hemos convertido en unos adictos a las esperas y a la colas, por eso, no es extraño, que muchos de nosotros no seamos capaces de disfrutar de la llegada del ansiado momento y por esa razón, busquemos un nuevo motivo para seguir esperando.
Para no caer en esa ansiedad, de un tiempo a esta parte, prefiero pensar que son los acontecimientos los que deben aguardar nuestra llegada y no al revés, así pues, mañana lunes Lisboa recibirá mi visita, porque por fin me marcho de vacaciones!!!!.