CHENOA O LA PLAYSTATION

Aprovechando las obras que el ayuntamiento está realizando en una determinada zona de la ciudad, la escuela del barrio propone a sus alumnos elaborar un listado de mejoras que creen que sus calles necesitan. Uno a uno entregan sus ideas de forma anómina y por escrito, depositándolas en una caja de cartón.
Son pocos los candidatos que despreciarían una oportunidad así en plena pre-campaña para salir en los medios. Este tipo de iniciativas ayudan a que los niños se sientan parte del sistema integrándose en la vida de sus adultos y éstos saben que una noticia así puede sumar muchos votos.
Una vez recogidas las propuestas de todos los escolares, se confecciona otro listado general, con el fin de debatirlas entre todos como ejercicio edcucativo, hasta lograr un informe definitivo que presentarán en su visita al alcalde.
Se trata de un barrio de la periferia hasta ahora muy problemático, así que enseguida comienzan a surgir las primeras peticiones que incluyen semáforos, jardines, parques infantiles, papeleras, equipamientos deportivos...A primera vista parece que estos niños, el futuro de nuestra ciudad, serán unos adultos ejemplares, conscientes de sus necesidades, hombres y mujeres dispuestos a trabajar por su comunidad. Hasta que de repente, aparecen otro tipo de demandas un poco más disparatadas: Playstation gratis para todos los niños, discotecas, más tiendas de ropa o de caramelos, cyber-cafés gratuítos...Las maestras que dirigen la actividad imponen el sentido común explicando que se trata de hacer un informe serio, no de la carta a los Reyes Magos o Santa Claus.
El niño que ha sugerido la Playstation se delata al mostrar su desacuerdo y dirigéndose a todos sus compañeros grita: "A ver! que levanten la mano los que quieren una Play para cada uno antes que una papelera o un parque". Después de unos segundos de jolgorio comienzan a alzarse las primeras manos, hasta que poco a poco, todos los alumnos están de acuerdo en no eliminar la consola de videojuegos. Este chico tiene madera de líder.
Este caso, real como la vida misma, me ha hecho recordar la petición que un miembro de una asociación de vecinos hizo a mi candidato: "Si me ayudais a traer a Chenoa para las fiestas de verano, yo apoyo a vuestro partido".